Las cofradías de pescadores son entidades de carácter social con una profunda tradición histórica en Galicia, que tiene su origen en el siglo XIII cuando aparece la ”Irmandade das vilas e marismas dos reinos de Asturias e Galicia”. Desde ahí fueron evolucionando, perdieron su carácter religioso y se convirtieron en organizaciones laborles y de asistencia mútua, después en pósitos de pescadores, y finalmente recuperaron la antigua denominación de cofradías de pescadores, pasando a ser corporaciones de derecho público, hoy sujetas a la tutela de la Administración Pública Gallega.

Las cofradías se pueden estructurar en dos secciones:

     1.- de orientación, obligatoria en todas las cofradías, por su labor de órgano de consulta y colaboración con la administración, velando por el estricto cumplimiento de la normativa vigente en materia de pesca.

     2.- de organización de la producción, voluntaria, si así lo acuerda la mayoría de los miembros de la junta general, para la defensa de los intereses de los profesionales que las componen, promover planes de capturas, concentrar oferta, planes de producción y comercialización, …

 
 
 
 
La actividad diaria de las cofradías de pescadores juega un papel esencial en las zonas pesqueras por tres aspectos:

     a.- Económico. La pesca constituye una actividad clave por el volumen de las ventas de pescado y marisco, y también por su efecto multiplicador en otros subsectores de la economía.

     b.- Social. Por el impacto en la creación de empleo y por la fijación de población en la costa.

     c.- Cultural. La influencia de la pesca es clara en las zonas costeras, no solo por la transmisión de conocimientos de generación en generación (artes y oficios tradicionales) ni por la preservación del medio marino (pesca selectiva a pequeña escala), si no también porque nuestros pueblos no serían como son hoy sin la pesca y el marisqueo.